Relato de Alex Pella sobre el incidente con el “Musandam Oman Sail”
Jueves 28 de julio de 2016.- Quería escribir unas líneas para contaros como viví el vuelco a bordo del trimarán de 70 pies “Musandam Oman Sail” disputando la Transat Quebec – St. Malo, la semana pasada.
Domingo 17 de julio, Atlántico Norte, 02h de la madrugada, a unas 200 millas al sur de Terranova, cerca del paso de la marca SE, de la zona de restricción a la navegación por presencia de hielo.
El viento sopla de SW, unos 20/22 nudos estable, la altura de la ola es de unos 2 metros, nuestro rumbo es 105º. Vamos con mayor entera, foque 2 a modo de trinqueta y genaker. El barco va a unos 30 nudos de velocidad. Luna llena y poca visibilidad por la espesa niebla. La temperatura del aire es de unos 15ºC y la del agua unos 7ºC. Fahad, mi compañero de guardia me pasa la caña, él pasa a la posición de trimmer.
Como acabo de coger la caña, navego bajo, sin apretar, a 145º del viento para ir tomando mis referencias. Esto son condiciones normales tanto por la zona en la que nos encontramos en esta época del año, como por las propias prestaciones del barco. De repente, clavamos una ola tanto con el patín de sotavento, como con el casco central. El barco se levanta por popa y se queda a la vertical.
Salgo despedido al vacío a una altura de unos 18 metros sobre el nivel del mar.
En el vuelo, noto un tirón en la pierna derecha y me quedo colgado al revés, imagino que por el cabo del carro de la mayor, a unos 15 metros de altura.
Se parte el palo y caigo al mar con el barco encima. Se me hincha el chaleco salvavidas y quedo atrapado debajo de la red debajo del agua, a unos 10-15 centímetros de la superficie. No puedo respirar.
Voy a cortar la red, hecho mano a la navaja que tengo en el bolsillo del pantalón de agua y no está!
Hago presión en la red hacía arriba, ni se mueve. Vuelvo a chequear la navaja, pero no está!
No sé dónde me encuentro respecto al barco, no veo nada, no sé qué me rodea, si velas, cabos…
Por el estrés y la temperatura del agua me quedo sin aire. Hay que tomar una decisión, tengo que salir, pero hacia dónde? Decido no sé si por intuición salir hacia mi derecha. Voy a tacto por la red. Se acaba la red, noto la cubierta. ¡Solo espero que no sea el casco central! Salgo expulsado a la superficie!!
¡Respiro, estoy a salvo! Estoy al lado del flotador de estribor, entre el foil y el timón. Sigo respirando hondo, vomito agua de mar! Me agarro a un trozo de sable que me une al barco.
¿Y Fahad?
Estoy agotado. Oigo gritos…son los demás, contesto. Damián vestido con el traje de supervivencia sale a por mí. Me suben a la red…Allí están Mayeul, Fahad. Sidney está dentro del barco. ¡Qué bueno, todos aquí de nuevo!
En el vuelco Fahad salió despedido hacia el palo. El barco le cayó encima, y salió buceando hacia popa.
A Sidney que estaba en la litera de popa, se le cayó toda la estiva encima, sufrió pérdida de conocimiento y múltiples contusiones.
Mayeul y Damian que se encontraban en las literas, no sufrieron daños. Mayeul se puso a cargo de Sidney y Damian organizó los protocolos de rescate.
La espesa niebla imposibilitó la evacuación de Sidney por helicóptero.
El petrolero Torm Alexandra salió a nuestro rescate, llegó sobre nuestra zona unas 8-10 horas después del vuelco.
Unas 30 horas más tarde llegó el helicóptero y Sidney fue evacuado al hospital de St. John’s, nosotros fuimos transbordados al Coast Guard canadiense y desembarcamos también en St. John’s.
Después de ser observado, Sidney salió del hospital por su propio pie.
Desde St. John’s, Loick organizó el rescate del barco y vinieron de Francia David y Guillaume para completar el equipo.
A Fahad a Sidney y a mí nos mandaron para casa. Me hubiese gustado ir a por el barco, pero fue una decisión de equipo. De todos modos los que fueron a por él estaban muy preparados y sabían a lo que iban.
Esta ha sido una gran experiencia de mar. Soy consciente de que hemos tenido mucha suerte. Y seguro que todo esto nos hará mejores para el futuro.
Ahora me muero de ganas de volver a navegar a bordo de “Musandam Oman Sail” junto a mis compañeros, en este fantástico equipo.
Quiero darles las gracias a mis compañeros por todo lo que hicieron por mí.
Darles las gracias a todos los que participaron en nuestro rescate, destacando su trato humano y su sentido marino.
Y daros las gracias a todos vosotros por vuestros mensajes de apoyo recibidos estos días.
Un saludo os seguiré contando,
Alex.